domingo, 11 de marzo de 2012

Despedida a Moebius

Alegoría a Moebius/Giraud


“Moebius no está detrás,
sigue una existencia paralela a la mía”.

Se murió Giraud, se escapó de esta realidad hermética por una puerta lateral del metro, dicen que iba con el Mayor Fatal, que antes se habían tomado juntos unos naplans ―sin quinda y con mandargüina― y volado con Arzach, los tres en su pterodáctilo, por mundos incuestionables donde el Métal Hurlant se funde.
La Prolífica sigue pariendo con la energía del cachondo loco y el Teniente aventurero, amigo de Cochise, se reunió con Dilfool y Deepo en el interior de la nave cablera para partir en busca de nuevos mundos. Se marchó y ya echamos de menos al viejo Grubert, nos damos cuenta de que le seguiremos recordando mientras dure el hipnotizado viaje de la humanidad.
¿De dónde sacaste tanta cabal locura, tanta línea precisa, tantas sombras dimensionales?
El topo de la montaña sagrada descubrió los Ojos del Gato reflejando el Incal negro en un canal de la Venecia Celeste. Yo me considero un humanoide asociado más, enganchado por siempre a tu visión precisa, fuiste el después del comic, le diste tanta velocidad que todo quedó atrás. Tron, Willow y otros Maestros del Universo se subieron al Abismo de tu estela y llegaron a Coruscant en plena guerra, a buscar el Quinto Elemento de la historieta.
Nada que reprocharte en la despedida, solamente gracias. Muchas gracias Moebius por todas las fisuras abiertas en el Garaje Hermético de la mente, en la visión unívoca, aceptada. Gracias por hacernos tomar consciencia, por las imágenes grabadas para siempre, ahí, donde nunca se borran; pero sobre todo, gracias por enseñarnos a viajar en el tiempo y el espacio a lugares donde solos nunca hubiéramos llegado…

[Artículo publicado en La Jornada, domingo 25 de marzo de 1012,  con el título "Breve nota para Moebius", http://www.jornada.unam.mx/2012/03/25/sem-xabier.html ]



Adiós Mayor Fatal...

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