domingo, 4 de febrero de 2018

Nicanor Parra


Publicado en La Jornada: Domingo 4 de febrero 2018


Nostalgia por Nicanor Parra




■ Xabier F. Coronado


La poesía morirá si no se la ofende, hay que poseerla y humillarla en público después se verá lo que se hace.
Nicanor Parra, Artefactos.

Muchos pensábamos que ya no estabas aquí, Nicanor; que deambulabas, entre aburrido y risueño, detrás de otros poemas. No sabíamos dónde estabas y ahora tampoco sabemos dónde estás, en qué región del infinito recaló tu energía lúcida y antipoética, cordial e irreverente:
“POESÍA POESÍA todo poesía/hacemos poesía/hasta cuando vamos a la sala de baño” [1]
Estabas solo, Nicanor, hacía tiempo que todos se habían ido, sólo tú permaneciste, envuelto en velo de crisálida, esperando que un día se rasgara para volar, con alas de mariposa, hacia un más allá desconocido y turbio.
Ahora, al igual que un día lejano tu par José María Arguedas, pienso en ti en este momento, Nicanor Parra, cuando el filo helado de la muerte quebró la coraza tamizada de seda que te mantenía aislado de la misma muerte y de tu propia vida. Arguedas —ese diablo feliz que hablaba en cristiano y en indio, que escribía en quechua y en castellano—, trazó en las páginas de un libro truncado y maldito, un retrato tuyo como hombre y como poeta. Te describió con certeza, antes de inmolarse, en palabras escritas hace tantos años que las habíamos olvidado:
“La mordacidad la he conocido en los escritores inteligentes y enfadados. A esa altura no llegamos, creo, quienes estamos muy amagados por la piedad y la infancia. Pienso en este momento en Nicanor Parra, ¡cuánta sabiduría, cuánta ternura y escepticismo y una fuerte coraza de protección que deja entrar todo pero filtrando, y una especie no de vanidad sino de herida abierta para las opiniones negativas de su obra! ¡Qué modo increíble de ponerse amargo e iracundo por esas cosas! En la ciudad, amigos, en la ciudad yo no he querido creo que a nadie más que a Nicanor ni me he extraviado más de alguien que de él. Pero ¿por qué tengo que decir estas cosas de Nicanor? Mucha ciudad tenía adentro o tiene adentro ese caballero tan mezclado y nacido en pueblo, el más inteligente de cuantos he conocido en las ciudades. ¡Lo que hablaba, sabía y no sabía o no sabe de las mujeres!” [2]
Con tu percepción de lo pretérito, Nicanor, dejaste escritos estos versos que explican lo que irremediablemente nos pasa:
“Los/días/son/interminablemente/largos:/Varias eternidades en un día./Nos desplazamos a lomo de luma/Como los vendedores de cochayuyo:/Se bosteza. Se vuelve a bostezar./Sin embargo las semanas son cortas/Los meses pasan a toda carrera/Ylosañosparecequevolaran.” [3]
“¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo/como una blanca tempestad de arena!” [4]
Siento por ti la nostalgia que dejan los seres queridos que se fueron para siempre. Tú, que creías en un más allá fracasado, escribiste con claridad lo que pensabas de nosotros, seres humanos tristes, derrotados por tener que vivir una vida que ata y esclaviza desde el momento que nacemos:
“Creo en un + allá/donde se cumplen todos los ideales/amistad/igualdad/fraternidad/excepción hecha de la libertad/ésa no se consigue en ninguna parte/somos esclavos x naturaleza” [5]
Para terminar esta nostálgica carta de despedida, Nicanor, voy a dejar en el aire estas “Tres poesías” [6], que reflejan tu lucidez para explicar, de forma sencilla, las verdades que otros encubren con frases ampulosas y versos torpes:

1
Ya no me queda nada por decir
Todo lo que tenía que decir
Ha sido dicho no sé cuántas veces.
2
He preguntado no sé cuántas veces
pero nadie contesta mis preguntas.
Es absolutamente necesario
Que el abismo responda de una vez
Porque ya va quedando poco tiempo.
3
Sólo una cosa es clara:
Que la carne se llena de gusanos.




Enlace con PDF de la publicación completa:


https://issuu.com/lajornadaonline/docs/semanal04022018  

Enlace con el artículo en La Jornada

http://semanal.jornada.com.mx/2018/02/05/nostalgia-por-nicanor-parra-321.html 




[1] Nicanor Parra: “A propósito de la escopeta”, en Poemas y antipoemas.
[2] José María Arguedas: El zorro de arriba y el zorro de abajo.
[3] Nicanor Parra: “Cronos”, en Canciones rusas.
[4] Nicanor Parra: “Hay un día feliz”, en Poemas y antipoemas.
[5] Nicanor Parra: Chistes para despistar a la policía poesía.
[6] Nicanor Parra: Versos de salón.






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